Los miembros que quedaban de los Nine Old
Men, junto a algunos novatos,
continuaron con la racha de éxitos con Los Aristogatos y Robin Hood, ambos
filmes muy buenos, aunque no a la altura de Blancanieves o Pinocho. Bernardo y
Bianca, estrenada en 1977, fue un logro un poco más impresionante y un juicio más
acertado sobre si la animación Disney podía sobrevivir sin Walt.
Bernardo y Bianca fue el último esfuerzo
conjunto de los veteranos Milt Kahl, Ollie Jhonston y Frank Thomas. Como
directores de animación hicieron equipo con el novato Don Bluth. Otros jóvenes
reclutas, incluyendo a John Pomeroy, Ron Clements, Glen Keane y Gary Goldman,
también formaron parte del equipo. Walt Disney había adquirido los derechos de
las historias de Margerie Sharp, Miss Bianca y Los Rescatadores, y se decidió
combinarlas para crear una película. Walt Disney ya había intentado adaptar la
primera, pero la presencia en ella de un gobierno totalitario no ayudaba en una
época en que la Guerra Fría tenía tenso a todo el planeta. Ya con una trama,
solo se convirtió a la paloma en un albatros, Orville, que animado por Ollie
Jhonston, se convirtió en el personaje más memorable de Bernardo y Bianca.
Además de los adorables ratoncitos
protagonistas y la niña Penny, el filme tenía a Madame Medusa, creación de Milt
Kahl. Su trabajo fue tan impecable que nadie podía duplicar sus dibujos y tuvo
que hacerla él solo, por completo. Medusa se convirtió en una villana memorable
junto a Maléfica, Cruella DeVil o la Bruja, aunque algo mas cómica. Al
estrenarse, Bernardo y Bianca fue un éxito total.
Bernardo y Bianca fue el filme en el que
los legendarios animadores de la era Walt le pasaron la batuta a los que se
convertirían en las nuevas leyendas como animadores, directores y guionistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario