“75 años de magia: un regalo para Lilly Disney”

Después de haberse metido en aprietos con dos clásicos, Disney decidió trabajar con una historia original que pudiera moldear a su propio gusto. La Dama y el Vagabundo databa de 1937, cuando comenzó como la historia de una mimada cocker spaniel. En 1943, Disney compró los derechos de una historia sin publicar donde también una cocker se enamoraba de un perro vagabundo.

En 1953 la historia ya había tomado forma y era muy atractiva para Walt Disney porque se trataba de perros y se ambientaba en un pequeño pueblo de los Estados Unidos en 1910. Disney realmente disfruto adentrarse en el comportamiento real de los perros y una vez más se involucro de lleno en la historia, que consideraba un regalo para su esposa Lilly. Walt no dudo en poner escenas dramáticas como la rata atacando al bebe y el perro Trusty atropellado por un coche.  Pero animar a perros de forma realista representó un reto incluso más grande que Bambi y sin embargo se logró de forma maestra.

Otro reto que enfrento la película fue usar por primera vez el formato Cinemascope en el que se utilizaba un fondo más amplio y que tenía que ser llenado con personajes. Esto permitió poner por primera vez con facilidad muchos personajes en el mismo fondo sin que fuera una tarea laboriosa, pues solo se empalmaban como acetatos uno sobre otro, sin embargo desaparecieron los closeups.

A pesar de que la falta de closeups de La Dama y el Vagabundo pudo haberle restado intimidad con el público, no fue así. La película fue un éxito en taquilla y se convirtió en un clásico amado por todos.