martes, 17 de julio de 2012

Especial: "75 años de magia: Los primeros años sin Walt"


Los miembros que quedaban de los Nine Old Men,  junto a algunos novatos, continuaron con la racha de éxitos con Los Aristogatos y Robin Hood, ambos filmes muy buenos, aunque no a la altura de Blancanieves o Pinocho. Bernardo y Bianca, estrenada en 1977, fue un logro un poco más impresionante y un juicio más acertado sobre si la animación Disney podía sobrevivir sin Walt.

Bernardo y Bianca fue el último esfuerzo conjunto de los veteranos Milt Kahl, Ollie Jhonston y Frank Thomas. Como directores de animación hicieron equipo con el novato Don Bluth. Otros jóvenes reclutas, incluyendo a John Pomeroy, Ron Clements, Glen Keane y Gary Goldman, también formaron parte del equipo. Walt Disney había adquirido los derechos de las historias de Margerie Sharp, Miss Bianca y Los Rescatadores, y se decidió combinarlas para crear una película. Walt Disney ya había intentado adaptar la primera, pero la presencia en ella de un gobierno totalitario no ayudaba en una época en que la Guerra Fría tenía tenso a todo el planeta. Ya con una trama, solo se convirtió a la paloma en un albatros, Orville, que animado por Ollie Jhonston, se convirtió en el personaje más memorable de Bernardo y Bianca.
Además de los adorables ratoncitos protagonistas y la niña Penny, el filme tenía a Madame Medusa, creación de Milt Kahl. Su trabajo fue tan impecable que nadie podía duplicar sus dibujos y tuvo que hacerla él solo, por completo. Medusa se convirtió en una villana memorable junto a Maléfica, Cruella DeVil o la Bruja, aunque algo mas cómica. Al estrenarse, Bernardo y Bianca fue un éxito total.


Bernardo y Bianca fue el filme en el que los legendarios animadores de la era Walt le pasaron la batuta a los que se convertirían en las nuevas leyendas como animadores, directores y guionistas.

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