Columna "Ralph, el demoledor que construye"

En nuestra columna pasada hablábamos sobre la necesidad para el futuro sustentable del emporio Disney de dejar de ser conservadores y arriesgarse como ya lo han hecho en el pasado y como lo hiciera el propio Disney. Blancanieves fue una locura, Pinocho un fracaso y Fantasía un experimento. Nadie puede negar que son tres joyas. 75 años después y más de cincuenta largometrajes, llega Ralph el demoledor.

El clásico animado numero 52 de los estudios Disney, Ralph El Demoledor, ha dado mucho de qué hablar en las últimas semanas, desde el lanzamiento de su tráiler. La nueva aventura CGI llega en el mejor momento que ha vivido el estudio en las últimas dos décadas, luego de que después de El Rey León la aceptación tanto critica como taquillera disminuyera  terminando, casi por consenso general con Tarzan en 1999. Tras abandonar la animación tradicional en 2004 con Vacas Vaqueras, y un sonado regreso a la animación tradicional musical (y a los cuentos de hada) en 2009 con La Princesa y el Sapo, cálidamente recibida, seguida por el estruendoso éxito de la versión CGI musical de Rapunzel, bajo el titulo de Enredados en 2010, el año pasado el estudio no tropezó, pero se vio muy conservador con el lanzamiento de Winnie Pooh. El filme, aunque aclamado por la crítica por traer de vuelta un estilo de la época Walt, apenas alcanzo en taquilla la misma cantidad que costo, aunque sus ventas en DVD y Blu-Ray han valido la pena.

Ralph El Demoledor, como Enredados, es CGI, pero eso no es garantía de éxito. Hablamos de filmes muy diferentes. Ralph no es cuento de hadas, no es musical y muchos han expresado que parece más un filme de Pixar (mientras Valiente parece de Disney). En nuestra opinión, esto no es nada negativo, por el contrario, el éxito de Ralph, que por los cameos de personajes de videojuego ha sido bautizado como el “Toy Story de la nueva década” vendría muy bien al estudio Walt Disney Animation, pues correría el dinero a ríos y habría confianza para innovar y por fin volver a tener una producción más continua. Hasta el momento, proyectos como El Rey de los Elfos, el animado 2D de Muskers y Clements, entre otros, permanecen detenidos precisamente porque el estudio quiere ser cauteloso con lo que lanza, y aunque se aplaude su cuidado, quisiéramos verlos retomar el liderazgo de la animación mundial.

Ralph El Demoledor podría dar la sorpresa de ser el éxito animado del año, ahora que a Valiente no le ha estado yendo tan bien en crítica como en taquilla, donde lleva ya 150 millones de dólares acumulados en EUA. ¿Por qué no está gustando tanto como UP, Ratatouille o Toy Story 3? ¿Sera porque es muy poco Pixar y muy Disney? ¿No fue un éxito el año pasado la Rapunzel CGI y de aventura? De eso hablaremos el próximo jueves.

Por @ismaelherz