martes, 10 de julio de 2012

“75 años de magia: resurgir de las cenizas”


La larga temporada de sequia en el estudio Disney terminó con La Cenicienta. El trabajo con el guión había empezado antes de la guerra, junto a Peter Pan y Alicia en el País de las Maravillas. Walt no había encontrado la manera de inyectar calidez a los personajes de Peter y Alicia pero encontró en La Cenicienta las mismas cualidades que Blancanieves: una heroína, una gran villana, ratoncitos y un final feliz.

Disney asignó a los mejores guionistas, directores y animadores a La Cenicienta y estuvo presente en cada junta creativa. La dirección de la animación estuvo en manos del brillante Norm Ferguson asi como los Nine Old Men (un chiste basado en el epíteto que Roosevelt asigno a la archi-conservadora Suprema Corte) que habían trabajado desde Blancanieves y llevarían la animación Disney al nivel de obra de arte: Milt Kahl, Frank Thomas, Ollie Johnston, Eric Larson, Les Clark, Marc Davis, John Lounsbery, Woolie Reitherman y Ward Kimball. Los ratones y el gato Lucifer fueron creaciones inspiradas de este último. Disney, que no había quedado satisfecho con las propuestas para Lucifer, visito un día la casa de Kimball y viendo a su gato negro y redondo le dijo “Ahí tienes a Lucifer”.
Cuando La Cenicienta se lanzó en Junio de 1950, fue recibida como el primer largometraje en forma de Disney en ocho años. Con excepción de unos pocos detractores, las críticas fueron generalmente entusiastas. La generación de la posguerra, algunos ya con familia, descubrieron en La Cenicienta lo mismo que les había fascinado de Blancanieves en su juventud: el bien triunfa sobre el mal.

Con canciones exitosas como “Bidibi-babidi-bu”, La Cenicienta se convirtió en el más grande éxito económico de Disney hasta ese momento, eclipsando por mucho a Blancanieves. 

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